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La sobrehidratación frente a la deshidratación
- 25 julio, 2019
- Posted by: Cefes
- Categoría: Información
ESPAÑA
Frente al temor de la deshidratación, el riesgo de la sobrehidratación
El verano y las altas temperaturas nos recuerdan constantemente la importancia de beber agua para mantener una adecuada hidratación. Frente al temor de sufrir una deshidratación, pocas veces se habla del riesgo de la sobrehidratación, sobre la que Alicia Calderón (Secretaria Científica de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación) ha hablado extensamente a Infosalus.
Si bien es un fenómeno muy poco frecuente, es algo que puede ocurrir, suponiendo graves riesgos para la salud. Según Alicia Calderón, en la actualidad el riesgo ha aumentado por la extendida y errónea idea de que beber mucha agua ayuda a adelgazar. Además, la sobrehidratación no sólo se debe a un consumo excesivo de agua, hay que tener en cuenta todos los líquidos. Aunque lo que sí es muy, muy improbable, es llegar a la sobrehidratación a través de la alimentación, aunque se consuman productos con un alto porcentaje en agua.
En principio, y en condiciones normales, no tiene por qué haber patologías derivada de un consumo elevado de agua, ya que nuestro cuerpo tiene capacidad para reaccionar y eliminar el agua sobrante de diversas formas. Los grupos con más riesgo de sufrir problemas cardiovasculares a causa de una sobrehidratación son los deportistas de élite y las personas con potomanía, un tipo de trastorno por el cual la persona siente la necesidad incontrolable de beber compulsivamente aunque no tenga sed.
Algunos síntomas que pueden caracterizar una sobrehidratación son calambres, problemas cardíacos, presión intracraneal, dolor de cabeza, náuseas o vómitos, además de confusión mental, somnolencia o fatiga.
En caso de notar alguno de estos síntomas, lo primero que hay que hacer es acudir al médico para que haga un diagnóstico y ponga un tratamiento. El primer paso a seguir sería restringir la ingesta de líquidos, y si es necesario, la de sodio.
En definitiva, el organismo es perfectamente capaz de autorregularse y avisar del momento en que necesita hidratarse. Por ello, “la mejor recomendación respecto al consumo de agua es beber cuando se tenga sed”.