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Lubna de Córdoba: una mujer para recordar
- 19 agosto, 2019
- Posted by: Cefes
- Categoría: Información
ANDALUCÍA
Lubna de Córdoba: la mujer que fue nombrada conservadora de la Biblioteca Real de Córdoba
Fue experta en gramática, cálculo, geometría, caligrafía y métrica árabe
Lubna de Córdoba fue una intelectual que vivió en el siglo X, durante el califato de Córdoba, en la corte de Abderramán III y de su sucesor, Alhaken II. En esta época, Córdoba se convirtió en una espléndida ciudad con más 200.000 casas, 600 mezquitas y escuelas infantiles, 80 escuelas de enseñanza superior, 900 baños públicos y 50 hospicios. Como desgraciadamente suele ser habitual en el caso de grandes mujeres de la historia, también la vida de Lubna fue desterrada de la memoria, y poco se sabe hoy de su magistral existencia.
Se sabe que nació en el seno de una familia cristiana esclava que trabajaba en el palacio de Abderramán III. A pesar de su circunstancia, pronto destacó por su inteligencia, consiguiendo un puesto de copista y llegando a ser la organizadora de la biblioteca palaciega. Su brillante cerebro le valió la libertad, siendo nombrada después secretaria personal de Alhaken II. Experta en gramática, caligrafía, cálculo, geometría y métrica árabe, escribió también poesías en las que relataba su vida en el palacio.
Su enorme formación y su calidad de experta en adquisiciones le llevó a ser nombrada conservadora de la Biblioteca Real de Córdoba, una de las más importantes de la época, con más de 500.000 ejemplares en una época de plenitud de Córdoba en la que la producción anual de libros rondaba los 80.000.
Escritora y traductora, realizaba también comentarios y reseñas, y fue coimpulsora de la conocida Biblioteca de Medina Azahara. También se cuenta de ella que ejerció de maestra de matemáticas de los niños pobres y, a pesar de su condición de mujer, viajó a El Cairo, Damasco y Bagdad en busca de nuevos libros que incorporar a la biblioteca. Los datos apuntan a que Lubna de Córdoba acabó refugiándose en un palacio de Carmona, donde se cree que murió en el año 984.
Pero Lubna no fue la única mujer intelectual destacada en la corte de Abderramán III. Junto a su nombre, aparece el de Fátima, sobre la que lamentablemente aún se conoce menos. Se sabe que fue íntima amiga de Lubna, copista y jefa de bibliotecarios. Experta en gramática y poesía, era una de las encargadas de la supervisión de las muchas bibliotecas que Alhaken II fundó durante su reinado. Además, fue ojeadora de libros en Oriente y creó un sistema de clasificación y catalogación que incluía los títulos, la temática y la ubicación de los libros.
No cabe duda de que tanto Fátima como Lubna fueron y son ejemplo para muchas mujeres que luchan cada día por hacerse un hueco en una sociedad que, aún hoy, sigue dominada por hombres. Es destacable la importancia de los cargos que ejercieron en una época de la que apenas se conserva información sobre las mujeres que vivieron en ella. Sobre Lubna, el historiador Ibn Bashkvl dijo que “dominó la escritura y la ciencia de la poesía, y su conocimiento de las matemáticas fue amplio y grande; ha dominado muchas otras ciencias, y no había nadie más noble que ella en el palacio Omeya”.