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28 de julio: Día Mundial contra la Hepatitis
- 26 julio, 2019
- Posted by: Cefes
- Categoría: Información
INTERNACIONAL
El 28 de julio se celebra el Día Mundial contra la Hepatitis Vírica
El objetivo es conocer, concienciar y sensibilizar acerca de lo que es y supone esta enfermedad
Desde 2008, cada 28 de julio se celebra el Día Mundial contra la Hepatitis Vírica. El objetivo de conmemorar este día, proclamado por la Organización Mundial de la Salud, es el de dar a conocer para concienciar y sensibilizar a la gente acerca de este infección vírica y sus diferentes formas.
La hepatitis es una infección que produce una inflamación aguda en el hígado. La mayoría de sus variantes rara vez son mortales o causantes de emergencias hospitalarias, si bien dependerá del tipo del que se trate y del tratamiento que se pueda aplicar. Se estima que en 2015 había 250 millones de personas afectadas con Hepatitis B en todo el mundo y en torno a 70 millones de infectados con Hepatitis C, principal causante de la cirrosis y el cáncer de hígado. Ante cifras tan desorbitadas, los principales objetivos de la OMS para los próximos años son reducir en un 90% el número de nuevas infecciones y reducir en un 65% la mortalidad anual por causa de hepatitis.
En un día como éste, qué mejor que conocer los diferentes tipos de hepatitis y sus características más básica:
- Hepatitis A: el contagio puede producirse al entrar en contacto con objetos, bebidas o alimentos contaminados con materia fecal de una persona infectada, mediante relaciones sexuales, atención a enfermos de hepatitis o compartiendo drogas. Esta variante no es crónica y raramente es mortal, aunque como todas las clases de hepatitis, puede causar graves síntomas. La mejor forma de prevenirla es la vacuna y una buena higiene, tanto humana como alimentaria.
- Hepatitis B: el contagio puede producirse por transmisión de la madre al bebé en el momento de nacer, entre niños que no están vacunados, o al entrar en contacto con sangre u otros líquidos corporales mediante drogas inyectables, equipos médicos sin esterilizar y contacto sexual. Este tipo puede variar desde el leve episodio hasta la enfermedad crónica. Igualmente, la mejor prevención es la vacuna, para lo cual la recomendación de la OMS es ponerla a los bebés en cuanto sea posible, añadiendo después varias dosis adicionales.
- Hepatitis C: puede contagiarse al entrar en contacto con la sangre de una persona afectada ya por el virus, por ejemplo a través de instrumentos para drogarse, inyecciones médicas y otros procedimientos médicos llevados a cabo de forma insegura. Esta variante deriva con frecuencia en una infección de carácter crónico, que más tarde dará lugar en muchos casos a cirrosis o cáncer de hígado. Aunque en la actualidad no existe aún una vacuna, los tratamientos modernos consiguen que el 90 % de las personas pueda recuperarse en unos pocos meses.
- Hepatitis D: el contagio se produce por contacto con sangre infectada. Este tipo concreto sólo aparece en personas que ya están infectadas de Hepatitis B. Por lo tanto, la vacuna contra ésta evitará la posibilidad de contaminarse con el virus de la Hepatitis D.
- Hepatitis E: se transmite principalmente a través de agua contaminada, por lo que en este caso la mejor prevención es una mejora de la calidad del agua y de las condiciones sanitarias. En este caso, es destacable el alto riesgo de muerte para las mujeres embarazadas.
Puede obtenerse más información en la página de OMS: https://www.who.int/topics/hepatitis/es/