ESPAÑA

Las peticiones de asilo en España apuntan a batir un récord histórico

En mayo eran ya más de 46.000 solicitudes

España es uno de los cinco países europeos que más peticiones de asilo recibe al año. La inestabilidad política, las derivas hacia regímenes autoritarios, la pobreza y las guerras no hacen sino contribuir a que miles de personas traten de encontrar cada día la oportunidad que no han tenido en su lugar de origen para vivir una vida digna.

El derecho de asilo está regulado en la Ley 12/2009 de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria. En su artículo 2 dice: “El derecho de asilo es la protección dispensada a los nacionales no comunitarios o a los apátridas a quienes se reconozca la condición de refugiado”.

Pero, ¿qué se entiende por refugiado? El artículo 3 de la misma ley explica que “La condición de refugiado se reconoce a toda persona que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual, se encuentra fuera de su país de nacionalidad y no puede, o causa de dichos temores, no quiere, acogerse a la protección de tal país; o al apátrida que, careciendo de nacionalidad y hallándose fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, por los mismos motivos no puede, o a causa de dichos temores, no quiere, regresar a él”.

Teniendo en cuenta las circunstancias sociopolíticas de los países a los que pertenecen los grupos más numerosos de solicitantes de asilo, parecería que la mayoría podría cumplir los requisitos para ser considerado refugiado y poder optar al asilo. Sin embargo, las cifras dicen otra cosa, ya que tres de cada cuatro peticiones resultan denegadas.

En 2018 se recibieron 54.065 solicitudes de asilo, la mayoría de ciudadanos procedentes de Venezuela, Colombia, Siria, Honduras y El Salvador. En mayo de este año ya se habían contabilizado más de 46.000, y de seguir así, podrían ascender hasta 100.000 a finales de año. En esta ocasión, Nicaragua ocuparía el tercer puesto entre las nacionalidades que más demandan asilo. Las Comunidades Autónomas que más peticiones recibieron fueron Madrid, Cataluña y Andalucía.

La cantidad de solicitudes es tan elevada que casi, si no lo ha hecho ya, ha colapsado nuestro sistema de acogida, que no parece estar preparado para asumir semejante volumen de personas optando al estatus de refugiado. Como parece ser habitual, hay que esperar un mínimo de seis meses para tener la primera cita, tras lo cual, a la espera de recibir una respuesta, el solicitante no debería esperar más de medio año. Para tratar de aliviar un poco la saturación del sistema de acogidas, el Ministerio del Interior aprobó una autorización por razones humanitarias que, a la espera de una decisión definitiva sobre la situación de una persona, otorga residencia y permiso de trabajo por un año, prorrogable por otro más. De dicha autorización se han beneficiado sobre todo ciudadanos venezolanos.

Aunque estos plazos mínimos se cumplieran, hablamos de un año en la vida de una persona en la que no tiene ningún tipo de reconocimiento o permiso. En esta especie de limbo cumplen un papel fundamental las organizaciones y asociaciones de ámbito local, que procuran aportar el apoyo necesario para que estos solicitantes puedan integrarse de la mejor forma posible en el lugar en el que quieren vivir, mientras el Estado, posiblemente, deniega su petición de asilo.